Capitulo 23 ♥

Cuenta Paula: Pedro me habia dicho que quería que reconozcamos a Alma como nuestra hija, ya que éramos una familia

En ese momento le dije…

Paula: claro que  quiero, lo que más quiero es que Alma sea reconocida por los dos.

Pedro: bueno si queres vamos ahora ver al Juez que es amigo de Nan

Paula: ¿nos atenderá sin pedir una cita?

Pedro: claro que si, ahora lo llamo a Nan para que le avise que vamos a verlo, pero hoy te juro que Alma esta anotada con el nombre de los dos...

Pedro se comunicó con Hernán, para que por favor hablará con el juez sobre nuestro tema.
Hernán le dijo que ahora lo llamaría y en un rato  le avisaría.
Mientras esperábamos que Hernán llame le dije a Pedro…
Paula: ¿es rápido el trámite para reconocer a Alma?

Pedro: si mi amor, solo le tienen que hacer la partida de nacimiento y los documentos nuevos

En ese momento le llego un mensaje a Pedro  a su celular….

Pedro: es Nan, el juez nos espera ahora, vamos

Paula: si

Nos dirigimos con Pedro hasta el juzgado de menores cuando llegamos dijimos nuestros nombres y la secretaria del Juez nos  hizo pasar enseguida.

Cuando entramos le contamos nuestra historia diciéndole que éramos los verdaderos  padres de alma.

El juez nos tomo los datos y nos dijo que dio una orden para que nos practicaran un ADN de forma urgente, ya que teníamos que demostrar que éramos los verdaderos padres de Alma, antes de que la reconozcamos como hija propia

Salimos de ahí y nos dirigimos hasta la clínica para que nos practicaran el ADN a ambos.

Mientras íbamos en el auto Pedro me dijo...

Pedro: ¿estás contenta?

Paula: estoy feliz, pero hasta que no demostremos que Alma es nuestra no lo voy a estar del todo

Pedro: Tranquila que los dos sabemos que es nuestra bebita. (Acariciándome la pierna)

Paula: ya lo sé ¿pero para que tanta burocracia, para demostrar que es nuestra?

Pedro: Son asi las cosas mi amor pero no te preocupes que todo va a estar bien.

Después de un rato ya estábamos en la clínica, Pedro se dirigió al laboratorio y al rato nos  llamaron para que entremos con Alma.

Pedro: ¿podrá ser que los estudios estén antes?

Enfermera: le averiguo doctor

Pedro: Muchas gracias. (Sonriendo amable)

Primero le sacaron sangre a Alma, luego a mí y después a Pedro, mientras esperábamos la misma enfermera se nos acerco y nos dijo...

Enfermera: en dos días ya van a estar los resultados por ser ustedes Doctor Alfonso.

Pedro: Muchas Gracias. ¿Vamos mi amor?
Paula: Si vamos porque Almi tiene sueño y con unas ganas tremendas de comer. (Viendo como la nena estiraba su blusa)
Pedro: Vamos mejor en el auto asi  le das la teta.
Paula: Dale. (Levantándose del asiento de la sala de espera)

Mientras íbamos en el auto le fui dando el pecho a Alma, que se iba quedando dormida de apoco

Pedro: vamos a comer algún lado.

Paula: si, ¿pero  hoy no trabajas?

Pedro: hoy no estuve  dos días de guardia asi que hoy me  dedico  a mis mujeres.

Paula: ¿vamos a una parrillita?, me muero por comer eso

Pedro: Donde vos quieras, total trajimos el cochecito de la gorda.
Paula: Dale ya se durmió mi gordita, lloró mucho cuando le sacaron sangre mi vida. (Acariciando su mejilla)

Pedro: pobrecita mi princesa, vas a ver que en un rato va estar mejor

Después de tanto buscar habíamos llegado a una parrillita que estaba cerca del rio,

Mientras almorzábamos Pedro me dijo….

Pedro: yo sé que me dijiste que por ahora no querías remontar tus estudios, pero me gustaría que trabajes conmigo en la clínica.

Paula: Vos Decis? ¿Y a la gorda donde la vamos a dejar?

Pedro: contrataríamos una niñera o la llevamos con nosotros

Paula: ¿vos me vas ayudar?, mira que son muchas materias

Pedro: claro que si mi amor, vas a ser la mejor pediatra del país

Paula: No se si quiero niñeras para que cuiden a la gordita está muy pegada a mi además que ahora toma teta casi todo el tiempo. Está muy comilona.
Pedro: Vamos a ver qué hacemos no te preocupes. Si ya subió más de peso tiene más cachete ahora. (Tocando su manito)
Paula: ¿Está más gordita verdad?
Pedro: Y si come bastante bien. (Sonriéndole pícaro)
Paula: Pedro no seas desubicado. (Sonrojándose)

Pedro: que dije de malo mi amor, si son mías yo solo se las presto

Paula: Basta Pedro no seas ordinario. Son de mi bebita asi que seguí soñando. (Riendo)

Pedro: Almita decile a mamá que compartís las bombis conmigo, yo solo te las presto para comer.
Paula: Pedrooooo (Golpeándole el hombro)
Pedro: ¿Qué? si es verdad. (Riendo)
Paula: Basta nene, hoy estás endemoniado, pedí el postre que tenga chocolate.
Pedro: Ahora pido pero esto no termina acá. En casa vas a ver. (Riendo)
Paula: Búa veremos. Ahora pedí el postre antes de que la gordita se vuelva a despertar

Pedro: Bueno mi amor. (Pico, levantando la mano para llamar al mozo)

Mientras comíamos el postre se habia despertado Alma con hambre, pero el problema era que le tenía que dar el pecho y Pedro  no quería.

Pedro: ¿no  trajiste una mema?

Paula: no creí que le iba a dar hambre tan pronto amor

Pedro: pero no quiero que muestres las lolas acá

Paula: Pedro no empieces ¿qué hacemos?
Pedro: ¿Y si la hacemos probar el postre haber si no se calma un poco?

Paula: dale con tal de que te quedes tranquilo

Pedro: Ay Paula, entendeme que no me gusta que te mire algún baboso

Paula: si te entiendo mi amor, proba de darle haber si quiere

Pedro  tomo una cuchara y le dio un poco de postre a Alma, al principio no quiso pero después le termino gustando.

Pedro: parece que le gusto ¿verdad bebe?

Paula: ¿te parece  que ya le empecemos a dar de comer este tipo de comidas?

Pedro: ya puede empezar a comer puré y algunos postres

Paula: que bueno ya está creciendo mi bebe (llorando)

Pedro: no llores mi amor se que te perdiste los primeros meses de ella pero tenemos una vida por delante  para verla crecer juntos

Paula: te amo mi amor, te amo

Pedro: yo mas  (besándome)

Salimos de ahí y nos dirigimos hasta el auto, pero antes de entrar me encontré con un perrito.

Paula: ay mira amor pobrecito,

Pedro: Paula, no lo toques haber si te muerde,

Paula: no pasa nada mi amor (alzando al perrito)

Pedro: mira si te mordía Pau, no podes tomar nada  después si estas dándole el pecho a Alma

Paula: ¿lo llevamos con nosotros? (haciendo puchero)

Pedro: no se amor, Alma es muy chiquita.

Paula: por favor mi amor (dándole besos por toda la cara)

Pedro: está bien, siempre me terminas convenciendo de todo

Paula: y asi me amas, ¿no?

Pedro: claro con toda mi alma

Paula: bueno vamos

Pedro: Pasemos primero por una veterinaria asi le compramos sus cositas y que lo revisen.
Paula: Dale una camita y unos juguetes.
Pedro: Mi amor asi no vas a poder trabajar ahora tenés un perro también.
Paula: Lo llevamos a esas guarderías para perritos.
Pedro: ¿Eh? ¿Existen esos lugares?

Paula: Si obvio cuando yo era chica llevaban a mis perros a sus días de spa y tambien hay guardería.
Pedro: ¿Spa? ¿Guardería? Esto es mucho para mí.
Paula: No seas exagerado  mi vida. Mira la gorda está pasada de revoluciones por todo lo dulce que le diste. (Mirando a Ama en la parte de atrás que estaba bastante despierta)

Pedro: cuando lleguemos a casa vas a ver que llegue dormida

Paula: ¿tan seguro estas de eso?

Pedro: claro tiene el sueño de  los Alfonso (riendo)

Cuando llegamos a la veterinaria nos atendieron rápido, revisaron al perrito y nos dijeron que era un buldog francés.

Después le compramos alimento y  una cunita y volvimos a nuestra casa.

Paula: ¿no es hermoso nuestro hijo?

Pedro: ¿quién?

Paula: el perrito, mi amor, le tenemos que poner nombre

Pedro: ¿te digo la verdad?

Paula: ¿qué paso?

Pedro: vi muchos perros en mi vida, pero nunca un murciélago

Paula: Pedro, pobrecito no lo trates mal que es hermoso.

Pedro: bueno. ¿Pensaste algún nombre?

Paula: si me gusta mucho Moro,

Pedro: me encanta, entonces queda ese nombre

Paula: claro, voy a buscar un poco de jugo para los dos

Pedro: bueno te espero acá, te amo

Paula: yo mas (beso)

Cuenta Pedro: Paula habia encontrado un perrito en la calle y se lo habia traído a casa.

Al principio no quise saber nada pero después como siempre me termino convenciendo de todo.

Después de que llevamos al perrito a una veterinaria para que lo revisen volvimos a nuestra casa.

Mientras estábamos ahí Paula me dijo que le gustaba mucho el nombre Moro, pero para mí era un perro murciélago pero no dejaba de ser lindo.

Un rato después Paula se fue hasta la cocina a buscar jugó para los dos, hasta que sentí el ruido muy fuerte de vidrios y un grito.

Me dirigi a hasta la cocina y Paula estaba….

 

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